Juliana tiene tela nueva. La lleva como novia, novia violeta. Baila con telas. Juega a las brujas. Se sienta a estudiar. Estudia los astros y el violín. Dibuja su día cualquiera en una agenda. Saca fotos. ¡Gracias Juliana!
Gualeguay, la ciudad a orillas del río al que le cantó Juan L. Ortiz, tiene sólo un par de edificios altos cercanos a la plaza principal. Casa bajas y antiguas, que dan ganas de descubrir, desempolvar e iluminar. Para habitarlas con música, perros, siestas y lecturas a la sombra.