Viajar a un lugar fuera de temporada o cuando ya pasó la marea turística (y no es casual que la mayoría de los lugareños o afincados lo mencionen aunque sea al pasar) es otra historia. Y si una está en plan de vacaciones, lo nota aún más. Nota ese aire. Es como si el lugar mismo estuviera de vacaciones. Y a eso iba. Todo lo humano puede tomarse vacaciones. Pero la tierra, no. La tierra (el río, la montaña, la tormenta, pero sobre todo el río), nunca están de vacaciones. Están vivos y gritando, O eso es lo que me pareció,