domingo, 31 de octubre de 2010

Ya no te guardaré

Ya no te guardaré, se deshizo la música
donde me pareció que estabas.
Eran cristales rotos, o arena, no sé bien;
yo pisé y comprendí.

Comprendí con asombro que el tiempo se
estiraba
desesperado y sin sentido
y que yo no era nadie
excepto el que te amó.

Eran cristales rotos, piedras o desventuras,
eran cuerpos enormes o cenizas, no sé.
Yo pisé y comprendí.


Raúl Gustavo Aguirre: La rosa del poeta y otros poemas y aforismos, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988

Deseo

Ni vos sabés de mí
Ni yo sé de vos
Medio siglo de historia de la humanidad (de la mía)
Te es desconocido
Desconozco medio siglo de historia de la humanidad
(de la tuya)
No sé cuántos exilios, desapegos y tristezas,
Cuánta locura, cuánta ternura,
Cuánto trámite infructuoso hubo en tu vida.
Muchos tomos de tu vida: infancia, miedo, sarampión,
Cachorro, barro, pelota y beso
Beso, beso, beso
Cuántos besos no supe, ni sabré.
Un parto, una siesta remota, la sombra de un árbol, un viaje, una escondida.
Una certeza, la desilusión,
Y todas las canciones que nunca cantamos juntos, porque las canté con otros.
No sabés quién soy, pero no soy justa
Sabés que soy, sabés que hay un alguien, un deseo, una voz, una foto.
Y eso es lo que sé: una foto, una voz, un deseo.
Desde un lugar oscuro y profundo, prohibido y precario, nos deseamos
Es todo lo que sabemos.
Y allí sé quién soy y allí sabés quién sos.

(Inédito)